Con las manos en la mejilla
y las mentes perturbadas
se posan sobre las sillas
pensando no sacan nada.
De los que viven de otros
de los que nunca trabajan
porque de todo les sobra
al que produce le falta.
De los que van a caballo
de los que pisan las plazas
buscando en los jornaleros
manos de obra barata.
Sus mujeres con mantilla
en las mesas los manjares
a las mozas cocineras
les dan de comer a parte.
seguimos atormentados
el corazón se nos parte
pensando en los hogares
que siguen pasando hambre.
A los hombres poderosos
revestidos de humildad,
pedimos un mundo justo
pan, trabajo y libertad.
Flora Valverde
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